Si vives o te gustaría vivir en Ibiza deberías saber que allí se encuentra la vivienda más sostenible de del mundo: Can Tanca. El edificio, construido por los arquitectos del Grupo Terravita, está en la fase final de su construcción y ya ha obtenido los certificados de sostenibilidad de Passivhaus Premium y Breeam Excepcional. Estos prestigiosos patrones internacionales son muy difíciles de conseguir por separado, y mucho más, de combinar.
Posible interior de Can Tanca. Fuente: Grupo Terravita
Este edificio es el único que recoge las máximas categorías de ambos certificados. Por un lado, el Passivhaus Premium acredita que la demanda de energía de la vivienda se limita a 30 kilovatios hora por metro cuadrado y año (30 kWh/m²a). El Passivhaus Premium también reconoce que el edificio es capaz de generar más energía - siempre de origen renovable - de la que consume. Este sello lo poseen actualmente solo tres edificios en todo el mundo. Por su parte, el certificado Breeam Excepcional que ha conseguido Can Tanca es el más alto de las cinco categorías en que se estructura el prestigioso patrón internacional, que avala la sostenibilidad en la edificación. Breeam es de origen británico y evalúa los impactos del edificio en 10 áreas: gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación. Su análisis abarca todo el ciclo de vida del edificio desde su fase de diseño, la construcción y sus usos.
Construcción de Can Tanca. Fuente: Grupo Terravita
Terravita, empresa constructora de la Can Tanca se encuentra ubicada en las islas baleares. Se define como "una empresa especializada en el desarrollo integral de proyectos de construcciones bioclimáticas, energías renovables y paisajismo que promueve un tipo de arquitectura en equilibrio y armonía con el entorno: viviendas que combinan un alto nivel de confort con el menor coste medioambiental posible, aprovechando los recursos disponibles en la fase de diseño y empleando materiales naturales y ecológicos para construir edificios energéticamente eficientes cuya escasa demanda de energía puede aportarse mediante fuentes renovables".
Can Tanca es una vivienda unifamiliar, de 210 metros cuadrados de superficie. Consta de tres volúmenes diferenciados y una pérgola exterior con un punto de carga para coche eléctrico. Está distribuida en un espacio único que integra la sala de estar, el comedor y la cocina, tres dormitorios, dos baños, un estudio, distribuidor y sala técnica. Se construyó sobre hormigón armado, pero está recubierta de madera, a la que se han añadido aislamientos de fibra de madera en la cubierta y la fachada.
Es uno de sus proyectos más ambicioso de la constructora. Han conseguido que la vivienda reduzca en un 80% las necesidades de climatización respecto a otra de características similares, con el añadido de que esa baja demanda se cubre en su totalidad con la energía solar instalada. Además, cuando sea necesario, podrá utilizar un sistema de ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor entálpico, una batería de frío y 14 metros cuadrados de techo refrescante. Se alimentará con aerotermia, energía renovable que además calentará el agua de la casa.
Can Tanca está desconectada de la red eléctrica y de agua. Para suplir sus necesidades energéticas utiliza una instalación solar fotovoltaica, instalada sobre la cubierta, que le permite ser autosuficiente. Asimismo, para garantizar el suministro de electricidad ininterrumpido, dispone de un sistema de acumulación capaz de abastecer a la vivienda incluso en los días poco soleados. Además, la casa estará dotada asimismo de tecnología inteligente para automatizar y regular el gasto energético según las necesidades del momento. La vivienda también se autoabastece de agua mediante un sistema de recogida y tratamiento de la lluvia.
Finalmente, Can Tanca, ha sabido aunar el “máximo ahorro energético y el menor impacto ambiental, con un elevado nivel de confort en un espacio saludable”, siguiendo los objetivos de la empresa. Terravita está también orgullosa de la rapidez con la que se ha ejecutado el proyecto. En febrero comenzaba la cimentación y a mediados de abril ya se había empezado a montar la estructura de madera. “si se cumplen las previsiones de finalización, estimadas a mediados de septiembre, habrán pasado menos de 8 meses en total”, explica la constructora. Según Julian Watson Todd, cofundador de Terravita, “Can Tanca responde a nuestro compromiso por una forma de construir que contribuya a alcanzar los retos climáticos globales. El sector de la construcción es responsable del 40% del consumo de energía y el 36% de emisiones de CO2 en la Unión Europea. Por eso -ha concluido-, si queremos un planeta habitable, el futuro debe ir por este tipo de edificios de mínimo impacto ambiental”.
Según una directiva europea (2010/31/UE) para el fomento de la eficiencia energética, los nuevos edificios deberán tener consumo de energía casi nulo a partir de 2020, dos años antes en el caso de los públicos. Por tanto, la vivienda de Terravita se está anticipando a la normativa que hará obligatoria este tipo de construcción en los próximos años para combatir el cambio climático.
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