El “Punto de Información al consumidor vulnerable (PICV)” ayudará a muchos hogares a combatir la pobreza energética. Esta herramienta se basa en la concienciación y el aprendizaje en materia energética, pues muchos hogares no conocen la repercusión que tienen sus acciones en la energía que consumen, o no tienen consciencia de que la potencia que tienen contratada es superior a la necesaria. Azuqueca de Henares ha sido el pueblo elegido para poner en práctica el PICV, un municipio de Guadalajara donde se ha comprobado que la pobreza energética afecta casi a la tercera parte de los hogares.
El PICV ha sido desarrollado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA). Este proyecto ha contemplado, entre otras acciones, la realización de encuestas a cerca de 100 hogares de Azuqueca de Henares, que ha actuado como municipio piloto, y la monitorización y seguimiento de los consumos energéticos en 5 viviendas. Toda esta información recogida ha permitido conocer mejor la realidad de la pobreza energética de algunos hogares españoles.
La encuesta ha sido diseñada específicamente para observar y cuantificar la pobreza y la vulnerabilidad energética de los hogares del ámbito de estudio. La Asociación explicó que fue necesario hacerla pues se encontraron con que “no existen fuentes de datos ni encuestas que estén diseñadas específicamente para observar el fenómeno de la pobreza energética”. Algunas de las conclusiones a las que llegaron con esta encuesta fueron que el 32% de los hogares encuestados afirmó ser incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada, el 12% afirmó haber tenido dos o más retrasos en el pago de las facturas de agua, luz o gas en los últimos 12 meses debido a dificultades económicas. Por su parte, el 8% declaró no tener ningún tipo de sistema de calefacción mientras el 30% poseer un aparato de aire acondicionado. Por último, el 23% destinaban más del 10% de sus ingresos para pagar las facturas de la energía.
La información recogida ha permitido conocer mejor la realidad de la pobreza energética
El PICV también contempla monitorizar y analizar las facturas de los hogares, así como realizar microauditorías energéticas. Con esto pretenden conocer el comportamiento de los hogares en cuanto al uso de la energía y analizar el estado de su vivienda, tanto en términos de la envolvente térmica como en cuanto a sus equipos e instalaciones. Además, se realizaron termografías infrarrojas en el exterior e interior de las viviendas que permitieron mostrar a sus ocupantes las zonas con mayores pérdidas de energía y las deficiencias del edificio. Al realizar estas tareas, ACA se encontró con que en Azuqueca de Henares, la potencia contratada por los hogares, por lo general, era superior a la necesaria, asumiendo costes fijos más elevados independientemente del consumo realizado. Además, la mayoría de familias desconocían la existencia del bono social eléctrico y las condiciones para poder optar a él y los equipos y aparatos que generaban un mayor consumo de energía. Por último, y de hecho, lo más curioso, ninguno aplicaba hábitos de ahorro generalmente por desconocimiento o por barreras culturales o sociales.
El 32% de los hogares encuestados son incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada
Teniendo en cuenta estos resultados, ACA asegura que hay muchas soluciones posibles, desde la desde la sensibilización para adoptar hábitos de ahorro o la formación para la optimización de sus contratos en los suministros de energía, hasta la puesta en marcha de ayudas para el pago de las facturas (medida paliativa), o para la mejora de la eficiencia energética (medida preventiva).
Con el proyecto PICV, la asociación explica que “no sólo ha podido trabajar y asesorar de primera mano a los propios ciudadanos, sino también observar y cuantificar la pobreza energética mediante la obtención de datos y de información recopilada gracias a una encuesta que fue específicamente diseñada en inicio para medir la incidencia de esta problemática”. Además aseguran que “con la monitorización de los consumos energéticos y el análisis de las facturas, se han podido conocer también aspectos como los patrones de consumo de los hogares, lo que ha permitido orientar las recomendaciones y el asesoramiento energético personalizado que se ha dado”.
Además de las acciones realizadas en el municipio de Azuqueca de Henares, en el marco de este mismo proyecto ACA ha llevado a cabo una serie de acciones y talleres formativos en materia de ahorro, eficiencia energética, optimización de las facturas y vulnerabilidad energética con trabajadores y agentes sociales. El Punto de Información al Consumidor Vulnerable (PICV) en materia energética tiene el fin de proporcionar una herramienta útil para los ciudadanos, pero también para las entidades sociales, organizaciones de consumidores, asociaciones vecinales u otros agentes que la requieran en su labor de prescriptores hacia los hogares.
Si quieres instalar energías renovables en tu hogar o tu oficina contacta con nosotros en: info@alondra.eu
o también puedes seguirnos en nuestras redes sociales para enterarte de todas las novedades del sector