Los países con grandes economías están empezando lo que se ha llamado la transición energética. Alemania ha sido el último en acogerse a estos cambios, llamando al proyecto Energiewende. Este se sustenta en dos pilares: el uso de las energías renovables y conseguir mayor eficacia de las fuentes de energía existentes. Con esto, el país germano optará por reestructurar el suministro energético. de tal forma que para 2050, el 80% de la energía consumida provenga de fuentes de energía renovables.
Quieren garantizar que el suministro sea más seguro que el actual y “descarbonizar el mercado eléctrico alemán”. Ahora mismo las renovables suponen cerca de y un tercio del total energético del país. Las estimaciones elevan al 47% la demanda de renovables para 2020. El concepto Energiewende se acuñó en los años ochenta del siglo XX y se ha constituido en un término de referencia para designar el camino hacia nuevos horizontes de abastecimiento más limpio, autóctonos y en los que se contempla una democratización efectiva del acceso a la energía haciendo más fácil su producción, incluso a escala individual. Este término está vigente desde el 2010, con seis leyes que lo sustentan. Entre ellas se encuentra la de suprimir la energía nuclear totalmente para el 2022.
Los objetivos que tiene esta iniciativa es la reducción de las emisiones de CO2 en un 40% en el 2020, con respecto a los niveles de 1990, y del 80-95% en el 2050. En tema de producción de energía tratarán de conseguir en el 2025 un 40-45% mediante renovables, un 55-60% en el 2035 y un 80% en el 2050. También se proponen, respecto a los niveles de 2008, una reducción del consumo de electricidad del 10% para el 2020 y del 25% para el 2050.
Pero, ¿qué pasa con España? Como aseguró Jose Luis de la Fuente en un artículo titulado La transición energética alemana y algunas reflexiones estratégicas y publicado en El País. “Alemania es la economía más potente de la UE y la cuarta del mundo detrás de EE.UU, China y Japón. Su población es de 81 millones de personas. Su PIB por habitante alrededor de 1,5 veces el de España. En términos energéticos, su demanda de energía primaria bruta es 2,6 veces la de España. La producción industrial en Alemania representa casi el 30% del PIB, mientras que en España es solo el 15,5%”. Esto nos lleva a pensar que en nuestro país aún queda un gran camino que recorrer para tan siquiera soñar con un modelo económico 100% renovable si seguimos por este camino.
Desde Alondra apoyamos un cambio de paradigma para nuestro país y luchamos para conseguir que se cumplan los objetivos del horizonte 2020, así como para impulsar las renovables.
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