Era un domingo soleado y ventoso en tierras germanas, ningún alemán se pensaba que su país estaba a punto de batir un récord. Ese día, 8 de mayo, el país consiguió abastecerse en un 95% gracias a las energías renovables. Tan solo contando sus plantas alternativas se generó hasta el 87,6% de toda la electricidad que se consumió en el país.
Normalmente, en días de sol y viento similares, las plantas alternativas alemanas han llegado a generar entre un 60% y un 70% de la energía, pero los números alcanzados el domingo no se habían visto nunca. De hecho, durante los puntos más álgidos de ese día la producción de energías limpias fue tan abundante que “sobró” energía convencional producida por fuentes contaminantes.
En Alemania, un 33% de la energía consumida al año, se sustenta en renovables. Es una de las proporciones más grandes del mundo. Aunque hay países donde es aún mayor. Por ejemplo, Dinamarca consigue que el 42% de la energía consumida por sus habitantes se produzca gracias a turbinas eólicas. En Suecia el consumo de renovables aumenta hasta el 52’6% y en el otro lado del mundo, nos encontramos con Uruguay, cuya electricidad proviene en un 94’5% de energías limpias.
España con innegable potencial climático y su estratégica posición, podría ser una potencia en términos de energías renovables. Sin embargo, no lo es. Resulta representativo que el porcentaje de energía que proviene de renovables en nuestro país sea de un 16,2%, dos décimas más que la media Europea, a la vez que la factura eléctrica es una de las más caras de todo el continente. Uno de los factores que no atrasan en esta materia es el polémico “impuesto al sol”, la ley impulsada por el Gobierno del Partido Popular que penaliza a todos los que deseen autoabastecerse con la energía que producen las placas solares.
La Comisión Europea tiene como propósito que se alcance un 27% el consumo de energías renovables en 2030, siendo la meta para 2020 una proporción del 20%. Veremos si es posible que países como España consigan cumplir con el objetivo.